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El gigantesco búnker para submarinos de la Alemania nazi, en Bremen

Bremen, al noroeste de Alemania, es la ciudad del río Weser, de la estatua de Rolando, de Los músicos de Bremen (un burro, un perro, un gato y un gallo), del Werder Bremen... y del búnker para submarinos Valentín, situado en el mismo río Weser pero en Rekum, un suburbio de la ciudad. El Denkort Bunker Valentin, como se conoce hoy en alemán, fue uno de los proyectos militares más grandes y desmesurados de la Alemania nazi: una imponente estructura de hormigón armado, erigida entre el verano de 1943 y la primavera de 1945, a finales de la Segunda Guerra Mundial, para construir submarinos en un espacio fortificado, protegido de los bombardeos británicos y estadounidenses.

Los líderes nazis esperaban cambiar el curso de la guerra gracias a esos submarinos, deteniendo las rutas de suministro de los Aliados en el Atlántico. "En el búnker Valentín nunca se construyó un solo submarino. La Royal Air Force británica destruyó una sección inacabada del búnker a finales de marzo de 1945 y, poco después, se detuvo la construcción del edificio", explica Sandra Kern-Rollwage, responsable de Relaciones Públicas del Denkort Bunker Valentin, a National Geographic España.

La construcción del búnker para submarinos fue planeada y supervisada por la Organización Todt, un grupo de ingeniería militar fundado por Fritz Todt, un nazi de alto rango que recibió el reconocimiento de Hitler por su trabajo en la construcción de autopistas y que murió en extrañas circunstancias (¿una acción de sabotaje?) el 8 de febrero de 1942, al accidentarse su avión poco después del despegue; Todt se había quejado ante el Führer por la posibilidad de continuar la guerra contra los soviéticos. El refugio para submarinos fue construido mediante el trabajo forzado de unos 10.000 individuos: trabajadores de los territorios ocupados, prisioneros de guerra franceses y soviéticos y aquellos procedentes de los campos de concentración, entre otros. Murieron miles de trabajadores (no se sabe exactamente cuántos), de desnutrición, agotamiento físico y, en general, por las condiciones inhumanas en las que trabajaban y vivían: algunos fueron alojados en un depósito de combustible subterráneo que estaba vacío. "En total fallecieron unos 2.000 prisioneros, el número exacto no se puede determinar con precisión", declaran a este medio los responsables del Denkort Bunker Valentin.

Murieron miles de trabajadores durante la construcción del búnker: no se sabe cuántos

La RAF, la fuerza aérea británica, atacó la fábrica de submarinos Valentín el 27 de marzo de 1945 y, tres días después, hizo lo propio la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, lanzando bombas Disney, capaces de penetrar en el hormigón sólido antes de explotar. La gigantesca estructura de hormigón ofreció una gran resistencia a los ataques, pero poco después quedó abandonada y la zona fue ocupada por las fuerzas británicas. Después de la guerra, el edificio fue usado por los Aliados para probar la eficacia de las bombas de penetración en objetivos de hormigón altamente protegidos. Posteriormente fracasaron los planes de demolición y el lugar se convirtió en un parque de aventuras para los niños que vivían en los alrededores.

Desde los años 60 y hasta el 2010, el búnker fue utilizado por la marina de guerra de Alemania como un depósito de almacenamiento. "Su uso civil se remonta al 2011, cuando se convirtió en el Denkort Bunker Valentin. Un camino de 1,5 kilómetros recorre la zona y el interior del búnker, pasando por 25 estaciones que proporcionan información sobre la historia del lugar. Ofrecemos tours en español, con reserva previa... Las generaciones más jóvenes reaccionan irritadas ante el búnker. Lo que buscamos no es tanto aprender sobre los hechos históricos, sino reflexionar sobre fenómenos actuales como el racismo, el antisemitismo, la importancia de proteger a las minorías, el Estado de derecho y la democracia", destacan.