SI TIENES PROBLEMAS PARA REPRODUCIR!

Ilustración 1MABARADIO

 Haz click Aquí.

 

Fármacos con patas

Una de las primeras imágenes que nos viene a la cabeza cuando se habla de tráfico de animales es la de monos o pájaros en peligro de extinción que, cogidos ilegalmente en países exóticos, acaban como mascotas a miles de kilómetros de distancia. Otro de los momentos que solemos recordar es el cuerpo ensangrentado de grandes animales como elefantes y rinocerontes a los que se ha matado y arrancado sus colmillos o sus cuernos para decorar paredes o hacer cajitas de marfil. Según los datos de Naciones Unidas, cada año son asesinados 30.000 elefantes, más de 1.000 rinocerontes y cerca de 100 tigres para traficar con sus huesos, su piel, sus colmillos o sus cuernos.

Cuando pensábamos que los esfuerzos se debían centrar en controlar la sobrepesca o la caza furtiva, hay que redoblar la lucha contra curanderos de medio mundo que creen que algunos animales, o partes de ellos, son el “tratamiento milagroso” contra una enfermedad. Al igual que la homeopatía no funciona, tampoco se ha demostrado que consumir caballito de mar cure ningún mal, a pesar de eso, se pesca y se consume a millares. El tráfico de especies animales para dedicarlos a falsos remedios médicos está en aumento. Desde los tigres a las aletas de tiburón, pasando por las panteras, muchas especies son capturadas a diario de forma ilegal para ser usadas en la llamada medicina tradicional. Este negocio genera cerca de 150.000 millones de euros al año y se basa en el asesinato, las amenazas y los sobornos.

Aunque estos productos pueden encontrarse en cualquier parte, el mercado más extendido es el asiático, especialmente el chino y el vietnamita, donde su medicina tradicional incluye decenas de recetas mágicas que se preparan con partes de distintos animales. Sólo hay que decir una dolencia y la medicina tradicional te indica qué animal debes consumir; para la impotencia te recomiendan el jaguar, el rinoceronte blanco cura los accidentes cerebrovasculares y las convulsiones, los geckos se usan como afrodisíaco y los esqueletos de los monos se prescriben para el dolor general.

Cada año son asesinados 30.000 elefantes, más de 1.000 rinocerontes y cerca de 100 tigres

Aunque muchos no saben ni qué es un pangolín (un pequeño mamífero con forma de oso hormiguero y cubierto de escamas), es el animal con el que más se trafica en el mundo, superando los 100.000 ejemplares al año. Los chinos y los vietnamitas creen que su carne es afrodisíaca y que sus escamas, que se pagan a 800 euros el kilo, sirven para tratar el cáncer, la impotencia y hasta las enfermedades hepáticas. El caballito de mar es supuestamente capaz de curar los problemas cardíacos y los desórdenes de tiroides, por ejemplo. Este pez, que se pesca especialmente en Filipinas, Vietnam, Tailandia y la India, se acumulan millones en tiendas de medicina tradicional china, una vez han sido disecados.

Imaginemos ahora la grandiosidad de un tigre corriendo por las tierras de Sumatra. Mientras que nosotros lo vemos así, otros ven que sus garras curan el insomnio, que sus huesos tratan el reumatismo y la artritis, y que sus ojos sirven para tratar la epilepsia y la malaria.

Procesos muy crueles

Pero si se habla de brutalidad animal hay que recordar a los que son mantenidos con vida en las peores condiciones imaginables para poder extraer poco a poco alguna sustancia de su cuerpo. Es el caso del oso del Himalaya, cuya bilis es muy valorada. Para ello hay que mantenerlos con vida, así que estos grandes plantígrados son enjaulados en espacios pequeños para evitar que se muevan. El proceso es muy doloroso, porque les extraen la bilis a través de un agujero en el abdomen que nunca se cierra. A veces el final puede parecer eterno, ya que pueden llegar a vivir 15 o 20 años en esas condiciones. ¿Qué cree la medicina tradicional que hace la bilis? Mejora la visión y limpia el organismo de materiales tóxicos. En este punto hay que volver a recordar que ningún estudio científico ha demostrado que la bilis del oso tenga esas cualidades, ni la carne de león, ni la de ningún otro animal. Y si las tuviera, esa sustancia debería sintetizarse y conseguirse de forma artificial en un laboratorio.

Los análisis demostraron que la causa de la muerte había sido una mezcla de productos usados de la medicina tradicional

Hay pruebas de las consecuencias que pueden llegar a tener. Dos forenses de la Universidad de Adelaida publicaron en una revista científica un caso realmente peculiar: tras estudiar las muestras de un paciente de 24 años fallecido, los análisis demostraron que la causa de la muerte había sido una mezcla de productos usados en la medicina tradicional, entre ellos secreciones de sapo. Al igual que la homeopatía no cura pero sí puede llegar a interactuar de forma negativa con un tratamiento médico, la medicina tradicional china, cuyas pócimas raramente incluyen el nombre de todos sus ingredientes, puede llegar a ser muy peligrosa. Lo mejor que te puede ocurrir es que no te ocurra nada. Lo peor que puede pasar es la muerte.

Según la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, la medicina tradicional usa cerca de 33.000 especies protegidas de animales y plantas para sus ungüentos y falsos remedios, de las que 800 están amenazados. Y mientras unos se juegan la vida tomando productos que no han pasado ningún tipo de control sanitario, la lista de animales amenazados sigue aumentando. Busquen imágenes para saber cómo son los pangolines o las vaquitas de mar antes de que aparezcan en el próximo listado.