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La confrontación política está empeorando tu salud

Campañas interminables, polémicas en redes sociales, ciclos de noticias de 24 horas, debates electorales, mítines, bulos, discusiones de bar y de sobremesa; es imposible escapar de la política, incluso para el observador casual. Sin embargo, ¿son las luchas políticas y la polarización cada vez más acusada las que dan lugar a más de un dolor de cabeza en la conciencia colectiva? Una investigación de la Universidad de Nebraska-Lincoln sugiere que sí, que estamos enfermando por la política.

Casi el 40% de los estadounidenses encuestados para el estudio dijo que la política los está estresando, y uno de cada cinco tiene problemas para conciliar el sueño. Estas y otras respuestas muestran que bastantes personas en Estados Unidos creen que su salud mental y física se ha visto perjudicada o mermada de alguna manera por la exposición a la política.

Una nueva investigación sugiere que sí, que de alguna manera estamos enfermando por la política

Y aunque el estudio ha sido realizado en territorio estadounidense, no hay nada que impida pensar en que los datos no puedan ser extrapolables a la situación de nuestro país, en el que el constante clima de inestabilidad política ya nos ha avocado a las que serán las cuartas elecciones generales en cuatro años.

El coste personal de los asuntos de Estado

Hasta el momento, los estudios anteriores relacionados con el impacto de unas elecciones en el ciudadano, se habían enfocado casi exclusivamente en analizar los costes de unas elecciones para el común de los mortales en términos de tiempo perdido para votar o informarse activamente de la situación política, o bien en términos económicos como los costes monetarios de apoyar una determinada campaña.

La investigación, dirigida por el politólogo de la Universidad de Nebraska Kevin Smith  es la primera en analizar exhaustivamente los costos físicos y emocionales de prestar atención y participar en el discurso político. Así, Smith y sus colegas John Hibbing y Matthew Hibbing, profesores de ciencias políticas en las universidades de la Fundación Regent en Nebraska y de California respectivamente, pensaron que era hora de dar un enfoque diferente a la cuestión."Se hizo evidente, especialmente durante la pasada temporada electoral de 2016, que esta era una nación polarizada y que se estaba polarizando aún más políticamente", explica Smith referiéndose a las últimas elecciones estadounidenses.

"El costo de esa polarización para los individuos no había sido explicado completamente por las ciencias sociales o, de hecho, tampoco por investigadores de la salud", añade. El científico defiende además que los datos que se publican esta semana reflejan efectos similares a los de una crisis de salud pública.

"Los datos reflejan efectos similares a los de una crisis de salud pública"

"Muchos de los números nos cogieron por sorpresa" continúa Smith. "El 20% de los encuestados ha visto dañadas algunas de sus relaciones de amistad debido a desacuerdos políticos. Uno de cada cinco, otro 20% reporta fatiga. Y la cifra es pequeña -proporcionalmente hablando- pero el 4% de las personas de nuestra muestra afirmaron tener pensamientos suicidas debido a la política. Eso se traduce en 10 millones adultos" explica el investigador.

Los datos analizados, procedentes de 800 encuestados fueron recogidos por YouGov -una firma internacional de investigación de mercados y análisis de datos en línea que utiliza un panel de 1.8 millones de personas para crear muestras- durante cinco días de marzo de 2017. La encuesta contenía 32 preguntas divididas en cuatro categorías: salud física; salud mental; comportamientos de los que los sujetos se arrepentían y costos sociales o de estilo de vida; y profundizó en cómo las personas perciben la política como la fuente de los problemas que estaban experimentando.

El estudio profundizó en cómo las personas perciben la política como la fuente de los problemas que estaban experimentando.

Entre los hallazgos del estudio, el equipo de Smith ha puesto de manifiesto que:

  • El 11,5% de los encuestados admitía que la política había afectado negativamente a su salud física
  • El 31.8% afirmó que la exposición a los medios de comunicación que promocionaban puntos de vista contrarios a las creencias personales fueron un fuerte motivo de acaloramiento, exaltación o enervamiento.
  • El 29,3% por otro lado admitió haber perdido los estribos como resultado de la política.
  • 1 de cada 5 encuestados también aseguró debido a diferencias sobre ideas políticas se habían visto dañadas algunas de sus relación de una amistad.
  • Y un 22.1% admitió que les importa demasiado quién gana y quién pierde las elecciones.

"La política realmente está afectando negativamente la vida de muchas personas, o al menos, estas están percibiendo que la política está afectando negativamente sus vidas de manera profunda y significativa", afirma Smith. "El estrés es un fenómeno real que puede tener efectos desastrosos para la salud. Si la política contribuye significativamente a los niveles de estrés que están experimentando los adultos estadounidenses, entonces sí que tiene sentido que haya un efecto adicional en la salud. No obstante entender qué lo está causando puede llevarnos a desarrollar estrategias de mejora", añade.

El estrés a lo largo del espectro ideológico

Las percepciones del estrés político surgieron más en los encuestados que se situaban a sí mismos al lado izquierdo del espectro político, lo que por otro lado, se puede considerar coherente dado el resultado de los últimos comicios norteamericanos. "Una de las cosas en las que estamos realmente interesados ​​es en: ¿qué pasaría si una persona muy inclinada a la izquierda es elegida para sentarse en el Despacho Oval de la Casa Blanca? ¿Permanecerían los síntomas, pero cambiarían a través del espectro ideológico?" postula el investigador.

Debido a que el estudio es el primero de su tipo, Smith y sus coautores planean reeditar la encuesta en el futuro y ya están ayudando a los académicos a realizar investigaciones similares. "Creo que es de vital importancia que expongamos esto a otros politólogos", dijo Smith. "Ya se lo hemos entregado a un par de psicólogos para que lo incluyan en algunas de las encuestas que están haciendo, así que pronto comenzaremos a tener una idea más clara de la dimensión real del problema" concluye el investigador.