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Así se hace una foto de portada en National Geographic: Notre Dame a vista de dron

Tomas van Houtryve es un fotógrafo, artista y cineasta belga-estadounidense cuya obra fusiona el periodismo de investigación, la filosofía y la metáfora. Su obra se encuentra en el museo del Centro Internacional de Fotografía de Nueva York, el Centro de Arte Contemporáneo del Sureste de Carolina del Norte, el Centro de Bellas Artes BOZAR de Bruselas y la galería Baudoin Lebon de París.

Recientemente hablamos con van Houtryve para conocer más sobre su primera portada en el número de febrero de 2022 de National Geographic.

¿Cuál es la historia detrás de la portada?

El enorme incendio de la catedral de Notre Dame en 2019 devastó uno de los monumentos más importantes de París, situándolo en el centro de la conversación nacional en Francia de una manera que no se había visto desde que Victor Hugo escribió El jorobado de Notre Dame en el siglo XIX. El reportaje de la portada de este mes está dedicado a la reconstrucción del icono parisino.

El monumento, de 850 años de antigüedad, es un símbolo del patrimonio francés que se remonta a la Edad Media. Van Houtryve afirma que el incendio y la reconstrucción crearon una nueva sensación de apreciación de la catedral.

"No se puede dar nada por sentado", dice Van Houtryve. "Siempre hay que trabajar para preservar, proteger y valorar lo que es importante a nuestro alrededor".

El fotógrafo afirma que la iglesia se había convertido en una institución y una atracción turística a la que muchos parisinos, como él, prestaban poca atención en su día a día. Pero desde que el incendio amenazó el lugar histórico, van Houtryve empezó a ver la catedral desde una nueva perspectiva.

Van Houtryve dice que suele sentirse atraído por las historias que se quedan encubiertas o son ignoradas. "Si algo se hace demasiado famoso, suelo huir hacia otro lado", explica.

Pero esta vez, fue la famosa catedral que históricamente ha servido para medir el centro de París la que despertó su curiosidad.

Aunque millones de personas de todo el mundo vieron las imágenes del incendio y millones de turistas visitan la estructura cada año, van Houtryve explica que el acceso a la reconstrucción del monumento era muy limitado.

“No podía entrar mucha gente y había una especie de universo secreto”, dice. “Siempre que hay algo que no se puede ver, siento mucha curiosidad y motivación por intentar abrirlo y ver qué hay dentro”.

¿Qué aparece en la portada?

Antes de que se publicara el icónico libro de Victor Hugo en 1831, la arquitectura gótica de Notre Dame había pasado de moda y la catedral estaba en estado de abandono. Sin embargo, la expectación que suscitó el libro hizo que su popularidad resurgiera y que, enel siglo XIX, se renovara y se apreciara su estilo único.

La imagen aérea que aparece en la portada del número de febrero muestra los apreciados y únicos arbotantes de la catedral y los campanarios que hay detrás, que, según van Houtryve, forman una de las vistas más hermosas del monumento.

Van Houtryve afirma que estas son las características que hacen que Notre Dame sea especial en comparación con la arquitectura de otras épocas y de toda Francia.

El área, que se encuentra en la parte trasera de la catedral, ha sido prácticamente inaccesible desde el incendio. Van Houtryve explica que intentó fotografiarla desde otros edificios altos cercanos a Notre Dame, pero no pudo encontrar ninguno que fuera lo suficientemente alto como para ver los perjuicios y la reconstrucción.

Tras descartar otras ideas, van Houtryve se dio cuenta de que sus opciones para conseguir una toma de toda la catedral se limitaban a una: la fotografía con drones.

Tras descartar también la opción de sobrevolar el lugar de la reconstrucción con un helicóptero y utilizar una grúa o un brazo hidráulico para levantar la cámara, van Houtryve se dio cuenta de que sus opciones para conseguir una toma de toda la catedral se limitaban a una: la fotografía con drones.

Empezó con esta técnica en 2012, cuando improvisó su propio dron con una cámara acoplada. Van Houtryve decidió aprovechar sus horas de vuelo y su experiencia para dar vida a la historia.

Problemas burocráticos

Sin embargo, su decisión de utilizar un dron tuvo que hacer frente a varios obstáculos. Van Houtryve afirma que tardó unos seis meses en conseguir la licencia, el seguro, los permisos policiales y las autorizaciones de vuelo para el dron, además de la aprobación general para la sesión fotográfica por parte de la institución pública encargada de la restauración. La normativa también le obligó a colgar carteles en el exterior de los edificios de apartamentos cercanos para alertar a los residentes el día del vuelo del dron.

Incluso durante una sesión de fotos a primera hora de la mañana, la policía se acercó a van Houtryve para comprobar su documentación, cosa que, según dice, le hizo perder un arco iris.

Aun así, van Houtryve consiguió la foto perfecta. Luchó para que esta imagen en particular apareciera en la portada no solo porque funcionaba con un recorte vertical, sino porque cuando la vio por primera vez, supo que era una toma especial. Tuvo suerte con unos rayos de luz solar que brillaron a través de los icónicos contrafuertes durante un momento, antes de que llegaran las nubes que se mantuvieron durante resto del día de mediados de diciembre.

En última instancia, van Houtryve quiere dejar a los lectores con la sensación de inspiración que Notre Dame ha despertado durante muchos años. Señala que algunos de los primeros habitantes de París se inspiraron en la grandeza del edificio, desde Hugo hasta el arquitecto Viollet-le-Duc, quien lo restauró en el siglo XIX.

"Lo genial de Notre Dame es que es un patrimonio que ha navegado a través del tiempo como un barco", dice. "A veces ignoramos Notre Dame, pero es ese lugar [en el que] tanta gente se ha volcado durante tanto tiempo".

¿Qué es lo siguiente para Tomas van Houtryve?

Van Houtryve estará en Notre Dame un par de años más siguiendo los pasos clave de su restauración hasta que esté terminada, lo que se espera que ocurra en 2024 antes de los Juegos Olímpicos de Verano en París.

Mientras tanto, también ha estado trabajando en un nuevo proyecto con su dron, fotografiando paisajes de los Alpes que han sido transformados por la intervención humana, como las presas y las minas.

Así se hace una foto de portada en National Geographic: Notre Dame a vista de dron

Tomas van Houtryve es un fotógrafo, artista y cineasta belga-estadounidense cuya obra fusiona el periodismo de investigación, la filosofía y la metáfora. Su obra se encuentra en el museo del Centro Internacional de Fotografía de Nueva York, el Centro de Arte Contemporáneo del Sureste de Carolina del Norte, el Centro de Bellas Artes BOZAR de Bruselas y la galería Baudoin Lebon de París.

Recientemente hablamos con van Houtryve para conocer más sobre su primera portada en el número de febrero de 2022 de National Geographic.

¿Cuál es la historia detrás de la portada?

El enorme incendio de la catedral de Notre Dame en 2019 devastó uno de los monumentos más importantes de París, situándolo en el centro de la conversación nacional en Francia de una manera que no se había visto desde que Victor Hugo escribió El jorobado de Notre Dame en el siglo XIX. El reportaje de la portada de este mes está dedicado a la reconstrucción del icono parisino.

El monumento, de 850 años de antigüedad, es un símbolo del patrimonio francés que se remonta a la Edad Media. Van Houtryve afirma que el incendio y la reconstrucción crearon una nueva sensación de apreciación de la catedral.

"No se puede dar nada por sentado", dice Van Houtryve. "Siempre hay que trabajar para preservar, proteger y valorar lo que es importante a nuestro alrededor".

El fotógrafo afirma que la iglesia se había convertido en una institución y una atracción turística a la que muchos parisinos, como él, prestaban poca atención en su día a día. Pero desde que el incendio amenazó el lugar histórico, van Houtryve empezó a ver la catedral desde una nueva perspectiva.

Van Houtryve dice que suele sentirse atraído por las historias que se quedan encubiertas o son ignoradas. "Si algo se hace demasiado famoso, suelo huir hacia otro lado", explica.

Pero esta vez, fue la famosa catedral que históricamente ha servido para medir el centro de París la que despertó su curiosidad.

Aunque millones de personas de todo el mundo vieron las imágenes del incendio y millones de turistas visitan la estructura cada año, van Houtryve explica que el acceso a la reconstrucción del monumento era muy limitado.

“No podía entrar mucha gente y había una especie de universo secreto”, dice. “Siempre que hay algo que no se puede ver, siento mucha curiosidad y motivación por intentar abrirlo y ver qué hay dentro”.

¿Qué aparece en la portada?

Antes de que se publicara el icónico libro de Victor Hugo en 1831, la arquitectura gótica de Notre Dame había pasado de moda y la catedral estaba en estado de abandono. Sin embargo, la expectación que suscitó el libro hizo que su popularidad resurgiera y que, enel siglo XIX, se renovara y se apreciara su estilo único.

La imagen aérea que aparece en la portada del número de febrero muestra los apreciados y únicos arbotantes de la catedral y los campanarios que hay detrás, que, según van Houtryve, forman una de las vistas más hermosas del monumento.

Van Houtryve afirma que estas son las características que hacen que Notre Dame sea especial en comparación con la arquitectura de otras épocas y de toda Francia.

El área, que se encuentra en la parte trasera de la catedral, ha sido prácticamente inaccesible desde el incendio. Van Houtryve explica que intentó fotografiarla desde otros edificios altos cercanos a Notre Dame, pero no pudo encontrar ninguno que fuera lo suficientemente alto como para ver los perjuicios y la reconstrucción.

Tras descartar otras ideas, van Houtryve se dio cuenta de que sus opciones para conseguir una toma de toda la catedral se limitaban a una: la fotografía con drones.

Tras descartar también la opción de sobrevolar el lugar de la reconstrucción con un helicóptero y utilizar una grúa o un brazo hidráulico para levantar la cámara, van Houtryve se dio cuenta de que sus opciones para conseguir una toma de toda la catedral se limitaban a una: la fotografía con drones.

Empezó con esta técnica en 2012, cuando improvisó su propio dron con una cámara acoplada. Van Houtryve decidió aprovechar sus horas de vuelo y su experiencia para dar vida a la historia.

Problemas burocráticos

Sin embargo, su decisión de utilizar un dron tuvo que hacer frente a varios obstáculos. Van Houtryve afirma que tardó unos seis meses en conseguir la licencia, el seguro, los permisos policiales y las autorizaciones de vuelo para el dron, además de la aprobación general para la sesión fotográfica por parte de la institución pública encargada de la restauración. La normativa también le obligó a colgar carteles en el exterior de los edificios de apartamentos cercanos para alertar a los residentes el día del vuelo del dron.

Incluso durante una sesión de fotos a primera hora de la mañana, la policía se acercó a van Houtryve para comprobar su documentación, cosa que, según dice, le hizo perder un arco iris.

Aun así, van Houtryve consiguió la foto perfecta. Luchó para que esta imagen en particular apareciera en la portada no solo porque funcionaba con un recorte vertical, sino porque cuando la vio por primera vez, supo que era una toma especial. Tuvo suerte con unos rayos de luz solar que brillaron a través de los icónicos contrafuertes durante un momento, antes de que llegaran las nubes que se mantuvieron durante resto del día de mediados de diciembre.

En última instancia, van Houtryve quiere dejar a los lectores con la sensación de inspiración que Notre Dame ha despertado durante muchos años. Señala que algunos de los primeros habitantes de París se inspiraron en la grandeza del edificio, desde Hugo hasta el arquitecto Viollet-le-Duc, quien lo restauró en el siglo XIX.

"Lo genial de Notre Dame es que es un patrimonio que ha navegado a través del tiempo como un barco", dice. "A veces ignoramos Notre Dame, pero es ese lugar [en el que] tanta gente se ha volcado durante tanto tiempo".

¿Qué es lo siguiente para Tomas van Houtryve?

Van Houtryve estará en Notre Dame un par de años más siguiendo los pasos clave de su restauración hasta que esté terminada, lo que se espera que ocurra en 2024 antes de los Juegos Olímpicos de Verano en París.

Mientras tanto, también ha estado trabajando en un nuevo proyecto con su dron, fotografiando paisajes de los Alpes que han sido transformados por la intervención humana, como las presas y las minas.