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Bandada de flamencos en la bahía de Cádiz

Una bandada de flamencos busca alimento en el laberinto de caños y canales que conforman el Parque Natural Bahía de Cádiz. Ubicado entre el estrecho de Gibraltar y Doñana, este espacio protegido es un enclave idóneo para observar las aves que migran entre Europa y África.

La presencia de agua marina y de corrientes procedentes de la desembocadura de los ríos Guadalete y San Pedro, junto con el suave clima mediterráneo, determinan las características ecológicas de este humedal y su gran diversidad paisajística, donde se conjugan playas, dunas, lagunas, marismas y esteros.

El lugar alberga algunas de las colonias españolas más importantes de charrancitos, cigüeñuelas y avocetas y, en sus playas pueden avistarse alcatraces, cormoranes, gaviotas patiamarillas y especies limícolas como estreros, correlimos tridáctilos, agujas colipintass, charrancitos y chortilejos patinegros, además de flamencos y águilas pescadoras.

Tradicionalmente la vida de muchos habitantes del lugar ha girado en torno a las salinas. Sin embargo, hoy la extracción de sal ha ido dejando paso a otras actividades, entre ellas el marisqueo de estero, la pesca de bajura y la acuicultura, principales recursos de la zona.

Este es un un lugar privilegiado dada la variedad de paisajes existentes en el entorno. Lugares como el Coto del Rey, el Abalario y el pinar de la Algaida albergan extensos pinares y un denso matorral mediterráneo que sirve de hábitat a especies como el lince ibérico y diversas aves rapaces, como el águila imperial.