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El nuevo informe sobre el clima 2020 confirma el calentamiento global del planeta

El último informe sobre el estado del clima en la Tierra, que acaba de ser publicado por la Sociedad Meteorológica de Estados Unidos (y cuya publicación se halla bajo la dirección de los Centros Nacionales de Información Ambiental de la NOAA), ha arrojado nuevos y preocupantes datos que confirman que 2020 fue uno de los tres más años cálidos desde que se tienen registros (mediados del siglo XIX). A pesar de que a mitad de año el fenómeno de la La Niña contribuyó a suavizar el ambiente en la costa americana del Pacífico, las temperaturas han acabado marcando un nuevo récord mundial. El mismo informe muestra que los principales indicadores que reflejan el calentamiento de nuestro planeta mantienen unos valores constantes. Varios de los marcadores que sirven para valorar estos cambios, como el nivel del mar, las temperaturas de los océanos y el estado del permafrost,han establecido asimismo un nuevo récord.

En la elaboración de este exhaustivo informe han participado más de 530 científicos de más de 60 países distintos, y se ha basado en miles de mediciones de todo tipo. Se trata de una actualización detallada de los indicadores climáticos globales, de los acontecimientos meteorológicos más importantes y recoge los datos recopilados por las estaciones meteorológicas y por instrumentos de monitorización ambiental que se hallan ubicados en varios puntos del planeta, e incluso en el espacio. Las mediciones de estos indicadores también han aportado datos acerca de los gases de efecto invernadero, la temperatura en la atmósfera, en el océano y en la superficie de la Tierra, las nubes, el nivel del mar, la salinidad de los océanos, la extensión del hielo marino y la nieve.

Datos muy preocupantes

El documento destaca que el nivel de los gases de efecto invernadero ha sido el más alto registrado hasta el momento. A pesar de la pandemia global que ha provocado una desaceleración en la actividad económica mundial, las principales concentraciones de gases de efecto invernadero, incluidos dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, registraron valores récord durante 2020. Por ejemplo, el promedio mundial de concentración de dióxido de carbono en la atmósfera fue de 412,5 partes por millón, lo que significa que ha sido 2,5 partes por millón mayor que las cantidades registradas en el año 2019. Asimismo, este nivel es el más alto registrado en los últimos 62 años. Por su parte, el nivel de metano registrado por los instrumentales científicos ha sido de 14,8 partes por mil millones, el mayor desde que se tienen registros.

La temperatura media global ha aumentado un promedio de 0,14 °C por década. Las principales concentraciones de gases de efecto invernadero registraron valores récord durante 2020.

Las temperaturas globales también se han visto afectadas ya que en 2020 estuvieron entre 0,54 °C y 0,62 °C por encima del promedio existente entre los años 1981 a 2010. Los datos sitúan, de este modo, al año 2020 entre los tres años más cálidos desde que se comenzó a registrar la temperatura global a mediados del siglo XIX. De hecho, la temperatura media global ha aumentado un promedio de 0,14 ° por década. Desde 1981, la tasa de aumento de la temperatura sido más del doble.

Gráfico que muestra el aumento de las temperaturas globales.

Los océanos, los principales damnificados

El calentamiento global del océano superior también ha alcanzado niveles récord en 2020 en cuatro de los cinco indicadores que se emplean para medir la temperatura desde la superficie hasta los 700 metros de profundidad. Este aumento de temperatura refleja una acumulación continua de energía térmica en el océano. Según el análisis de los científicos, las capas oceánicas más profundas, desde los 700 metros hasta los 2.000, también se han visto afectadas por este aumento. Este aumento es muy peligroso, pues los océanos absorben más del 90% del exceso de calor de la Tierra, las aguas superiores del océano más cálidas pueden generar huracanes más violentos y esto a su vez contribuye al rápido derretimiento de los glaciares del Ártico y la Antártida.

Fondo marino y banco de peces.

Según el estudio, las capas oceánicas más profundas, desde los 700 metros hasta los dos mil, también se han visto afectadas por este aumento.

En cuanto al aumento del nivel del mar, se ha incrementado por noveno año consecutivo. De hecho, los niveles del mar han aumentado porcentualmente tres centímetros por década debido a los cambios en el clima y al deshielo de los glaciares. Asimismo, los océanos absorbieron 3.000 millones de toneladas métricas más de dióxido de carbono del que pudieron liberar. Esta cantidad es superior a la registrada en 1982 y casi un 30% más alta que el promedio de las últimas dos décadas, lo que está provocando laacidificación de las aguas y el deterioro de los ecosistemas.

El ártico se deshiela

El informe también ha puesto de manifiesto algunos acontecimientos locales relacionados con el cambio climático. Entre ellos destaca que el Ártico ha seguido calentándose, por lo que continúa su imparable deshielo. La temperatura media anual de las áreas terrestres del Ártico fue la más alta registrada en 121 años, con 2,1 °C por encima de la media de los años 1981 a 2010. Un ejemplo de este calentamiento progresivo y continuo es que el 20 de junio se alcanzó una temperatura de 38 °C en Verkhoyansk, Rusia, la más alta jamás alcanzada en el Círculo Polar Ártico. El Ártico continúa, de este modo, su calentamiento a un ritmo frenético y con el aumento de las temperaturas llegan también los incendios, que en 2020 fueron más abundantes que en 2019. La mayoría de incendios se produjeron al noreste de Siberia, donde las temperaturas fueron anormalmente altas. En cuanto al hielo marino, se ha documentado que este ha disminuido en más del 86% desde 1985.

El Ártico continúa su calentamiento a un ritmo frenético y con el aumento de las temperaturas llegan también los incendios, que en 2020 fueron más abundantes que en 2019.

En el otro extremo del planeta, la Antártida también se ha visto afectada por un calor extremo, y el agujero de ozono ha alcanzado unas dimensiones nunca vistas. Se alcanzaron temperaturas extremas durante el verano austral, lo que provocó una gran ola de calor que afectó el 6 de febrero a la estación científica Esperanza, en Punta Foca, que alcanzó los 18,3 °C, una temperatura jamás registrada en el continente helado. El calor también provocó el mayor deshielo de la superficie, afectando a más del 50% de la Península Antártica. Por su parte, el vórtice polar antártico, una gran área de baja presión y aire frío, también se vio afectado, alcanzando temperaturas polares en la estratosfera que alcanzaron niveles muy bajos durante noviembre y diciembre.

Glaciar de la isla Pine, en la Antártida.

Por otro lado, hubo 102 tormentas tropicales en los hemisferios Norte y Sur durante la temporada de tormentas, muy por encima de la media de 85 que se dio entre los años 1981 y 2010. El Atlántico Norte registró un récord de treinta tormentas, superando el récord anterior de 2005 que estaba en veintiocho. Siete de esas tormentas se convirtieron en grandes huracanes, lo que igualó a las que se produjeron en el año 2005.

América se calienta

El informe refleja que Estados Unidos ha registrado su quinto año más cálido al mismo tiempo que la mayor parte de México sufrió un clima más seco en 2020 debido al retraso de los ciclones tropicales del Pacífico. Por su parte, Centroamérica registró su segundo año más cálido en 61 años.

El huracán Hanna sobre la costa sur de Texas, visto desde la Estación Espacial Internacional.

Por su parte, en América del Sur hubo temperaturas superiores a la media durante todo el año. Por ejemplo, durante la fuerte ola de calor que en octubre azotó la ciudad de São Paulo, en Brasil, se registraron cuatro de las cinco temperaturas máximas diarias más altas de toda su historia. En cuanto a las tierras bajas bolivianas, estas sufrieron una de las sequías más severas registradas durante el otoño, que se extendió por Paraguay y el sur de Brasil. Tanto es así que el río Paraguay se redujo a sus niveles más bajos en medio siglo.

En la zona de la cuenca del Caribe, la temperatura media fue la segunda más alta desde el año 1891, y fuertes huracanes de categoría 4 afectaron de manera significativa a diversos países de Centroamérica.

África en peligro

En África los datos son igual de preocupantes. Según el informe, las islas Seychelles han sufrido su temperatura anual más alta desde 1972; en Nigeria soportaron 80 días de temperaturas máximas que superaron los 40 °C en 2020, superando el récord establecido en 2019 que estaba en 77 días. Y las intensas lluvias caídas en abril provocaron inundaciones en Etiopía, Somalia, Ruanda y Burundi, y la excepcional humedad en la región del lago Victoria (la más alta en cuarenta años) hizo que el lago elevara su nivel en más de un metro.

Manglares en Gambia.

Olas de calor en Europa

Asimismo, 2020 fue el año más cálido registrado en Europa, informándose de una ola de calor extremo en Bielorrusia, Bélgica, la zona europea de Rusia, Estonia, Finlandia, Francia, Kazajastán, Lituania, Luxemburgo, los Países Bajos, Noruega, Polonia, España, Suecia, Suiza y Ucrania. En febrero, casi todas las regiones de Europa observaron temperaturas 3 °C más altas que su media, alcanzándose los 26,6 ° C en Biarritz, en el sur de Francia.

Desastres meteorológicos en Asia

Las cosas tampoco han ido mucho mejor en Asia. En 2020, el norte de Siberia registró temperaturas 5 °C por encima de la media en multitud de territorios. En invierno la temperatura media en toda Rusia fue de 5 °C sobre lo normal en esas fechas. Por su parte, en Hong Kong se informó de 50 noches en las que la temperatura mínima diaria no descendió de los 28 °C, además de 47 días de intenso calor, en los que la temperatura máxima diaria alcanzó los 33 °C. Por otro lado, la temporada de monzones en el sudoeste de Asia en el año 2020 (que coincidió con el fenómeno de La Niña), fue la más húmeda desde 1981. Entre julio y agosto la temporada de lluvias en los valles de los ríos Yangtze y Huaihe, en China, duplicó su duración, y la precipitación media de mayo a octubre en el área fue la mayor desde 1961. Además, los ciclones obligaron a evacuar a más de un millón de personas en Filipinas y ocho ciclones tropicales asolaron Vietnam. El tifón Molave ha sido una de las tormentas más intensas que han afectado a este país del sudeste asiático en los últimos veinte años.

El continente australiano visto desde el espacio.

Calor e incendios en Oceanía

El informe documenta asimismo que a finales de 2019 y principios de 2020 se produjo una ola de incendios devastadores en el este de Australia. Pero la aparición del fenómeno de La Niña representó un cambio que fue muy bienvenido en la región australiana, ya que contribuyó al aumento de las precipitaciones en el continente y a sofocar las llamas. Aunque pesar del aumento de las precipitaciones, 2020 ha sido, sin embargo, el cuarto año más cálido en Australia en los últimos 111 años. Para finalizar, Nueva Zelanda, informó de su séptimo año más cálido desde que comenzaron los registros de temperaturas en 1909. Aquí, el fenómeno de La Niña provocó temperaturas muy altas en el último tramo del año, y desde finales de diciembre de 2019 hasta febrero de 2020 varias regiones padecieron prolongados períodos de sequía, con casi quince días consecutivos en los que las precipitaciones fueron de menos de un milímetro al día.

En definitiva el informe constata lo que vienen demostrando científicos de todo el mundo: el planeta se está calentando a una velocidad endiablada y está en nuestras manos evitar un desastre colosal ante la emergencia climática a la que se enfrenta la sociedad.

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