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Estas arañas alimentan a sus crías con “leche”

Las crías de muchos animales deben su crecimiento y supervivencia a los nutrientes que les aportan sus progenitores después de nacer. Un claro ejemplo son las aves nidícolas, desde las aves canoras hasta los vencejos, cuyos polluelos necesitan de la alimentación de sus padres para prosperar después de eclosionar. En el caso de los mamíferos, este aporte nutricional se produce a través de la leche con la que las madres amamantan a su prole, de ahí la etimología de la palabra, procedente del sustantivo latín mamma (mama) y ferre (producir).

Ahora un estudio publicado recientemente en la revista Science ha descubierto que las crías de la araña saltadoras de la especie Toxeus magnus también se alimentan con la “leche” de su madre durante sus primeros días de vida.

“Encontrar este hábito propio de los mamíferos en una araña ha sido una verdadera sorpresa, igual que lo hubiera sido descubrirlo en cualquier otro invertebrado”, sostiene Richard Corlett, uno de los autores del estudio, en declaraciones a New York Times. De hecho, hasta la fecha los científicos habían documentado este comportamiento en flamencos, cocodrilos y pingüinos emperador, de los que se tiene constancia que producen sustancias ricas en nutrientes para alimentar a su prole, pero es la primera vez que ha sido observado en arácnidos, según apunta a National Geographic el invesgigador principal del estudio: Zhanqi Chen, miembro de la Academia de Ciencias de China.

El propio Chen descubrió que las crías de T. magnus parecían tardar en abandonar el nido, lo que sugería que las madres les estarían procurando algún tipo de cuidado. La hipótesis cobró fuerza cuando comprobaron que no habían abandonado el nido en 20 días.

"Durante los primeros 20 días de vida, la madre abandonaba con frecuencia el nido para alimentarse, pero las crías permanecían en su interior -sostiene Chen-. La provisión de leche finalizaba alrededor de los 40 días, pero las arañas alcanzan la madurez a la edad de 53 días. Registramos que las crías hacían uso del nido durante 75 días, pero sospechamos que probablemente podrían hacerlo durante más tiempo".

Entonces, ¿cómo lograban las crías sobrevivir durante todo este tiempo? Los científicos descubrieron que durante la primera semana después del nacimiento, la madre depositaba pequeñas gotas de un fluido rico en nutrientes que servía de alimento a las crías. Cuando estas hubieron agotado las reservas, se alimentaban directamente del cuerpo de su progenitora.

La evolución de las arañas

Según los investigadores, la lactancia podría ser una respuesta evolutiva al pequeño tamaño y la vulnerabilidad de estas criaturas. El equipo de Zhanqi Chen dedujo que, si bien esta no era una actividad crítica para la supervivencia de la prole, la presencia y los cuidados de la madre durante los primeros días de vida aumentaba las posibilidades de sobrevivir una vez alcanzada la madurez.

"Estos animales pudieron adaptarse para minimizar el riesgo de depredación o la dificultad para acceder a alimentos –sostiene Chen–. Ello conllevó a ciertos cambios en la fisionomía y el comportamiento de las madres, que profirieron a sus crías "leche" y cuidados prologandos, como hacen los mamíferos.

Esos cuidados extensivos podrían haber evolucionado en invertebrados como respuesta a entornos de vida complejos y hostiles, que requieren de habilidades, como la caza o la defensa de los depredadores, que les permitan desarrollarse por completo antes de alcanzar la independencia."

Los responsables del estudio todavía no saben cómo producen las arañas esta sustancia, que contiene 2 miligramos de azúcar por mililitro, 5,2 miligramos de grasa y 124 miligramos de proteína, aunque sospechan que puede tratarse de restos de huevos tróficos, esto es, huevos no viables que algunas especies utilizan para alimentar a sus crías. Sea como fuere, sus conclusiones apuntan a que los cuidados maternos a través de la lactancia puede ser más común en el reino animal de lo que pensamos.