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Guerra contra las superbacterias

El 22 de marzo de 2016 dos atentados terroristas sacudieron los cimientos de Bruselas. Karen Northshield se encontraba en el aeropuerto de Zaventem en esos momentos cuando estalló una de las bombas que acabaron con la vida de 35 personas. Una rápida intervención consiguió que sobreviviera, pero su calvario no había hecho más que empezar.

Ya en el hospital, los médicos se dieron cuenta de que algo no iba bien: Klebsiella neumoniae estaba afectando a su muslo izquierdo, una de las especies de bacterias que la Organización Mundial de la Salud había catalogado como las más peligrosas del mundo. No es para menos: el organismo ya afirmó en 2017 que se necesitan antibióticos capaces de doblegar a este microbio con urgencia crítica, pues bacterias como K. neumoniae se han vuelto resistentes a un gran número de tratamientos.

Este microbio forma parte de un grupo catalogado como crítico por la OMS y no solo es capaz de resistir el tratamiento con un gran número de medicamentos, sino que supone una gran amenaza en hospitales, sobre todo para los pacientes más graves que requieren de respiradores y catéteres.

Tratamiento con virus

K. neumoniae forma parte de ESKAPE, un acrónimo que comprende a un grupo de microbios que reúnen dos condiciones que los hacen especialmente peligrosos: son altamente virulentos y resisten muy bien ante los antibióticos.

Enterococcus faecium, Staphylococcus aureus, Klebsiella pneumoniae, Acinetobacter baumannii, Pseudomonas aeruginosa y Enterobacter spp., son los seis integrantes que dan nombre a este grupo de microbios resistentes a los antibióticos que se están multiplicando por todo el mundo por factores como el uso excesivo de antibióticos, tanto para tratar enfermedades humanas como animales en las granjas.

Los microbios del grupo ESKAPE son altamente virulentos y resisten muy bien ante los antibióticos

En el caso de Northshield, una vez a salvo de las secuelas que le causó la explosión del artefacto explosivo, los médicos se centraron en encontrar un tratamiento que pudiera doblegar a K. neumoniae tras meses de lucha con todo tipo de antibióticos. Y lo encontraron en las aguas de las alcantarillas.

Uno de los virus bacterianos que allí se encontraban tuvo la capacidad de doblegar al microbio y permitió curar a NorthShield, tal y como cuentan los médicos que llevaron a cabo este tratamiento experimental en un artículo científico publicado en la revista Nature. Sin embargo, este caso de éxito contrasta con la realidad en torno a las denominadas superbacterias: no hay cura contra la gran mayoría de estos microorganismos, por lo que se están convirtiendo en un problema a nivel planetario.

Superbacterias, un problema global

Un estudio publicado por la revista médica The Lancet estima que 1,27 millones de personas perdieron la vida en 2019 a causa de estas bacterias. "La resistencia antimicrobiana supone una seria amenaza para la salud en todo el planeta", afirman los autores de esta investigación, la más completa del mundo hasta el momento realizada con datos de 471 millones de personas de 204 países distintos, en la que analizaban el impacto sobre la salud de 23 patógenos y de 88 combinaciones de patógenos y medicamentos.

En la investigación no solo se tuvieron en cuenta las defunciones causadas por estas bacterias, sino también los casos en los que se produjo un fallecimiento con este tipo de bacteria, aunque no fuera la causa principal de la muerte. Esto les ha permitido analizar de un modo mucho más detallado y transversal la incidencia de las superbacterias en las sociedades.

El estudio analiza las muertes por y con alguna de estas bacterias resistentes, estimando que ocasionaron 1,27 millones de muertes en 2019

En 2016, el Review on Antimicrobial Resistance estimó que en 2050 la cifra de muertes anuales causadas por estos microbios se acercará a los 10 millones

"Estos microbios resistentes a los antibióticos habrían sido la tercera causa de muertes a nivel mundial, solo por detrás de las cardiopatías isquémicas y los ataques al corazón", estiman los investigadores en el estudio. "En cualquier métrica", prosiguen, "las bacterias resistentes a los antibióticos son una de las principales amenazas a la salud pública global".