Las trufas son unos fragantes hongos subterráneos, que forman parte de la familia Tuberaceae, que se forman bajo la tierra, por lo general, debajo de las raíces de árboles, donde suelen encontrarlas perros entrenados para ello. Es muy utilizada en los platillos de muchas partes del planeta como Francia, España, Italia, Grecia, Medio Oriente y la zona de los Balcanes.
La intensa fragancia de las trufas las convierte en un tesoro gastronómico.
Por siglos, estos hongos ha fascinado a reyes, gobernantes y a los más connotados chefs del mundo. Hay quienes prefieren el sutil sabor a ajo de las trufas blancas procedentes de la parte italiana de Alba, Piamonte y de la región de la Emilia-Romaña, al de las más aromáticas trufas negras del Périgord; aunque ambas son símbolo de excelencia gastronómica.

Las trufas han sido desde la época de los romanos un lujo para el paladar.
Estos son los dos tipos de trufas más famosos:
• La trufa negra de Périgord se localiza en una zona francesa que lleva el mismo nombre y se recoge a finales de otoño e invierno y es menos costosa que la trufa blanca. Es reconocida mundialmente como uno de los hongos comestibles más finos, aromáticos y deseados de la gastronomía
• La trufa blanca de Alba, también conocida como trifola d’Alba Madonna, proviene de una región al norte de Italia, que lleva el mismo nombre, donde se lleva a cabo la Feria de la Trufa, Fiera del Tartufo en italiano, en los meses de octubre y noviembre. Durante las últimas ediciones se registró la participación de ciudades como París, Moscú, Londres, Tokio y Nueva York.

Actualmente una porción de 200 gramos de trufa negra puede tener un valor de entre 300 y 600 euros.
¿Has tenido la oportunidad de probar este codiciado alimento?
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