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¡Llegan las Perseidas 2018!

Narra la mitología griega que en cierta ocasión, el rey de la ciudad de Argos, de nombre Acrisio, escucho de boca de un oráculo que moriría asesinado a manos de su propio nieto. Cuentan también los escritos que este rey, quien tenía una única hija llamada Danae, temeroso de las palabras de los dioses llegadas a sus oídos, y para tratar de evitar su fatal destino, ordenó encerrar a esta en una torre de bronce para que jamás tuviera contacto con varón alguno.

Sin embargo, son las divinidades griegas las que disponen y los mortales quienes padecen sus caprichos. Y así, no era voluntad de de Zeus que Acrisio escapara del destino que para él, los dioses habían reservado. Fue de este modo que el siempre libidonoso dios de dioses, quien por Danae sentía una especial predilección, decidió visitarla una noche en forma de lluvia de oro. De aquella visita furtiva nacería un niño que con el tiempo se convertiría en un héroe. Aquel niño, del que Ovidio relató su historia, se llamó Perseo.

La epopeya de Perseo, transcurre entre adversidades, batallas y seres mitológicos. Entre sus muchas gestas, Perseo derrotó a reyes o acabó con el titán Atlas convirtiéndolo en la cadena montañosa que lleva su nombre. También salvaría a quien se convertiría en su esposa, Andrómeda -hija de Casiopea y Cefeo-, de la muerte a las fauces de un monstruo marino o derrotaría a la Medusa, un ser femenino con cabello de serpientes que convertía en piedra a todo aquel que la miraba. Esta última gesta le valió a Perseo el favor de la diosa Atenea, la cual, desde aquel momento se convirtió en su protectora, y la cual, como recompensa al final de su vida convirtió a Perseo, a su esposa Andromeda, así como a sus padres Cefeo y Casiopea en constelaciones.

Una mirada hacia Perseo

Debido a su posición con respecto a nuestro planeta, este conjunto de constelaciones es observable desde el hemisferio norte durante todo el año. Se trata de una zona muy estudiada por los astrónomos, ya que se establece como una región muy brillante en la que podemos encontrar estrellas o conjuntos de ellas muy interesantes como Algol o la "estrella endemoniada", una estrella binaria y parpadeante que representa a uno de los ojos de la Medusa.

Sin embargo, otro de los motivos que hacen tan especial a la constelación de Perseo es el espectáculo que entre los meses de julio y agosto tiene lugar cada año en el horizonte. Hablamos de la lluvia de estrella de las Perseidas, o Lágrimas de San Lorenzo, las cuales reciben su nombre por -lo que se conoce en términos astronómicos- tener su radiante en la constelación de Perseo, es decir, el punto del que parecen partir los meteoros.

La lluvia de las Perseidas es la más espectacular que podemos ver en la actualidad. Si esto es posible, es debido a que, entre julio y agosto, la órbita de la Tierra atraviesa la estela del cometa 109-Swift-Tuttle. Este cometa, de 26 kilómetros de diámetro, completa una órbita alrededor del sol cada 133 años. En su viaje por el sistema solar pierde parte del material que lo compone. Y cuando la Tierra intercepta este material, lo atrae gravitatoriamente, dando lugar a la lluvia de meteoros observables desde nuestro planeta.

¿Cómo observar las Perseidas?

Ya desde finales de julio es posible, con mucha suerte, ver algún que otro meteoro en el cielo, puesto que la Tierra tarda algunos días en atravesar la estela del cometa 109-Swift-Tuttle. Sin embargo, durante 2018, las mejores noches para observar las Perseidas serán las de las madrugadas del 10, 11 y 12 de agosto, aunque se presume que la mejor de todas será la de la noche del 12 al 13, pues será en este momento en el que la Tierra atraviese la zona de mayor densidad de la estela. Este año además, contaremos con la suerte de que la Luna nueva tendrá lugar el 10 de agosto, lo que propiciará unas condiciones de oscuridad perfectas para observar el cielo, algo que no ocurre todos los años.

Para localizar la constelación de Perseo, primero debes localizar la Estrella Polar, la que marca el norte geográfico. Siguiendo una trayectoria recta hacia el este, podremos encontrar una formación muy reconocible de 5 estrellas en forma de "W" que corresponde con la constelación de Casiopea. Si dirigimos la vista bajo Casiopea estaremos mirando hacia Perseo y Andrómeda.

Lo mejor es mirar hacia el noroeste al comienzo de la noche abarcando la mayor porción de cielo posible. Perseo se irá desplazando hacia el este a medida que avance la noche. Lo más idóneo pues, es buscar un lugar oscuro y con una amplia visión del horizonte alejado de la contaminación lumínica de las ciudades y alzar la vista hacia el norte.

Se podrá observar un promedio 60 a 70 meteoros por hora

La mejor manera de observar la lluvia es a simple vista. No es necesario el empleo ni de prismáticos ni de telescopios. El brillo de la Perseidas se caracteriza por ser bastante intenso y tener un tono blanquecino. El promedio de meteoros que podemos observar en una hora es de 60 a 70, pero en algunos momentos de la noche, con suerte, apuntan los astrónomos, pueden llegar a contemplarse entre 150 y 200.

Esperamos que disfrutéis del espectáculo, que contará además con la especial presencia en el cielo del planeta Marte, que en esta época del año nos visita con su traje de gala.