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Los 6 puntos clave del acuerdo de la COP26

Los representantes de los casi 200 países reunidos en la COP26 han conseguido un acuerdo ‘in extremis’ en la prórroga de la cumbre del clima del Glasgow. El texto, consensuado la noche del sábado, casi 24 horas después de la clausura del evento, se ha materializado en un llamamiento a los países firmantes para que regresar el año que viene con nuevas propuestas para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, aunque no fija metas concretas de reducciones para las próximas décadas. El acuerdo hace asimismo un llamamiento para reducir gradualmente "el uso del carbón como fuente de energía y los subsidios a los combustibles fósiles ineficientes" y hace énfasis en la necesidad de ‘aumentar significativamente’ el apoyo a los países desarrollados, pero no fija metas concretas en cuanto a Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), las acciones climáticas concretas que los Estados están obligados a presentar cada cinco años concretas de reducción de emisiones para las próximas décadas ni establece mínimos en los compromisos nacionales.

Estos son los principales puntos del acuerdo:

  1. Revisión en 2022 de los planes de reducción de emisiones para 2030

    Se pide a los países que regresen a finales de 2022 con compromisos más firmes en materia reducción de emisiones para 2030. Aunque el acuerdo establece claramente que, por término medio, todos los países tendrán que reducir sus emisiones de dióxido de carbono casi a la mitad a lo largo de esa década para mantener el calentamiento por debajo de 1,5 grados centígrados, deja sin resolver la cuestión de cómo se repartirá exactamente la carga de esos recortes entre las naciones.
  2. Primera mención a los combustibles fósiles
    La reducción de las subvenciones a los combustibles fósiles ha sido uno de los principales escollos del acuerdo, debido principalmente a la oposición frontal de países como China o Arabia Saudí. En un primer borrador, filtrado la semana pasada, se instaba a los países firmantes a ‘poner fin al carbón en 2050 y eliminar las subvenciones a los combustibles fósiles’. El texto final se ha traducido en una petición a los países firmantes a reducir gradualmente el uso de carbón y eliminar ‘las subvenciones ineficientes. En el primer caso, deja la puerta abierta a aquellas centrales que cuenten con sistemas de captura y almacenamiento de CO2. En el segundo caso, permite a cada país para delimitar qué entiende por ‘eficiente'.
  3. Se insta a los países desarrollados a duplicar los fondos naciones en desarrollo para ayudarles a adaptarse al cambio climático.

    El acuerdo insta (aunque no obliga) a duplicar los fondos destinados a la adaptación para el año 2025. El punto es una clara ayuda a los países más desfavorecidos, pero sigue siendo un a voluntad, más que un hecho. Recordemos que el Acuerdo de París fijaba que los países ricos movilizarían unos 100.000 millones de dólares anuales a países en vías de desarrollo para ayudar a hacer frente a los compromisos medioambientales, un objetivo que nunca se materializó.
  4. Mercados de derecho de emisiones de carbono
    El artículo 6 del Acuerdo de París establece la necesidad de fijar mecanismos de cooperación internacional para reducir las emisiones. Uno de estos instrumentos son los ‘mercados de derechos de emisiones de carbono’ un sistema vigente en mercados como el de la Unión Europea, donde agrupa hasta el 40% del total de emisiones de la Unión. La cumbre de Madrid no consiguió resolver este escollo, sin embargo, la COP26 se ha traducido finalmente en el establecimiento de un marco genérico que permitirá el comercio en todo el mundo.

De ‘resultado menos malo’ a ‘decepcionante’

Muchos países lamentaron durante la última sesión plenaria que el paquete de medidas no fuera suficiente para atajar el calentamiento. Algunos lo calificaron de "decepcionante", mientras que otros países reconocieron que era el acuerdo ‘menos malo’, en función de las circunstancias.

"Es un paso adelante incremental, pero no está en línea con el progreso necesario. Será demasiado tarde para las Maldivas. Este acuerdo no trae esperanza a nuestros corazones", dijo el principal negociador de Maldivas en un discurso agridulce.

El enviado de Estados Unidos para el clima, John Kerry, declaró que el texto "es una declaración potente" y aseguró a los delegados que su país participará de forma constructiva en un diálogo sobre pérdidas y daños y adaptación, dos de las cuestiones más difíciles de conseguir que los países se pongan de acuerdo. Una opinión similar manifestó el máximo negociador de Nueva Zelanda, para el que ‘el texto representa el resultado menos malo.

António Guterres: “Es un paso importante, pero no suficiente”.

"Es un paso importante, pero no es suficiente. Debemos acelerar la acción climática para mantener vivo el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados", dijo António Guterres en una declaración en vídeo publicada al término de la reunión de dos semanas.

El titular de la ONU añadió que es hora de pasar al "modo de emergencia", poniendo fin a las subvenciones a los combustibles fósiles, eliminando el carbón, poniendo un precio al carbono, protegiendo a las comunidades vulnerables y cumpliendo el compromiso de 100.000 millones de dólares de financiación para el clima.

Rechazo medioambientalista

Había muchas esperanzas en que la actual cumbre del clima fijara los pasos que debían implementarse tras el Acuerdo de París. Pero a medida que iban pasando los días se hacía patente que un consenso de máximos parecía cada vez más lejos. Las organizaciones conservacionistas alertan de que el acuerdo no fija compromisos ni acciones contundentes para mantener la temperatura del planeta por debajo de los 1,5 ºC antes de que acabe este siglo.

“Aunque el acuerdo reconoce la necesidad de reducir las emisiones en esta década, esos compromisos se han dejado para el año que viene. Los jóvenes que han llegado a la edad adulta en una crisis climática no tolerarán muchos más resultados como este. ¿Por qué deberían hacerlo si están luchando por su futuro?", explica la directora ejecutiva de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan, quien añade que “Glasgow debía cumplir con el objetivo de cerrar la brecha a 1,5 °C y eso no ha sucedido. La única razón por la que conseguimos lo que conseguimos es porque los jóvenes, los líderes indígenas, los activistas y los países en primera línea de los impactos climáticos han forzado concesiones que se dieron a regañadientes. Sin ellos, estas conversaciones sobre el clima habrían fracasado por completo”.

Los 6 puntos clave del acuerdo de la COP26

Los representantes de los casi 200 países reunidos en la COP26 han conseguido un acuerdo ‘in extremis’ en la prórroga de la cumbre del clima del Glasgow. El texto, consensuado la noche del sábado, casi 24 horas después de la clausura del evento, se ha materializado en un llamamiento a los países firmantes para que regresar el año que viene con nuevas propuestas para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, aunque no fija metas concretas de reducciones para las próximas décadas. El acuerdo hace asimismo un llamamiento para reducir gradualmente "el uso del carbón como fuente de energía y los subsidios a los combustibles fósiles ineficientes" y hace énfasis en la necesidad de ‘aumentar significativamente’ el apoyo a los países desarrollados, pero no fija metas concretas en cuanto a Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), las acciones climáticas concretas que los Estados están obligados a presentar cada cinco años concretas de reducción de emisiones para las próximas décadas ni establece mínimos en los compromisos nacionales.

Estos son los principales puntos del acuerdo:

  1. Revisión en 2022 de los planes de reducción de emisiones para 2030

    Se pide a los países que regresen a finales de 2022 con compromisos más firmes en materia reducción de emisiones para 2030. Aunque el acuerdo establece claramente que, por término medio, todos los países tendrán que reducir sus emisiones de dióxido de carbono casi a la mitad a lo largo de esa década para mantener el calentamiento por debajo de 1,5 grados centígrados, deja sin resolver la cuestión de cómo se repartirá exactamente la carga de esos recortes entre las naciones.
  2. Primera mención a los combustibles fósiles
    La reducción de las subvenciones a los combustibles fósiles ha sido uno de los principales escollos del acuerdo, debido principalmente a la oposición frontal de países como China o Arabia Saudí. En un primer borrador, filtrado la semana pasada, se instaba a los países firmantes a ‘poner fin al carbón en 2050 y eliminar las subvenciones a los combustibles fósiles’. El texto final se ha traducido en una petición a los países firmantes a reducir gradualmente el uso de carbón y eliminar ‘las subvenciones ineficientes. En el primer caso, deja la puerta abierta a aquellas centrales que cuenten con sistemas de captura y almacenamiento de CO2. En el segundo caso, permite a cada país para delimitar qué entiende por ‘eficiente'.
  3. Se insta a los países desarrollados a duplicar los fondos naciones en desarrollo para ayudarles a adaptarse al cambio climático.

    El acuerdo insta (aunque no obliga) a duplicar los fondos destinados a la adaptación para el año 2025. El punto es una clara ayuda a los países más desfavorecidos, pero sigue siendo un a voluntad, más que un hecho. Recordemos que el Acuerdo de París fijaba que los países ricos movilizarían unos 100.000 millones de dólares anuales a países en vías de desarrollo para ayudar a hacer frente a los compromisos medioambientales, un objetivo que nunca se materializó.
  4. Mercados de derecho de emisiones de carbono
    El artículo 6 del Acuerdo de París establece la necesidad de fijar mecanismos de cooperación internacional para reducir las emisiones. Uno de estos instrumentos son los ‘mercados de derechos de emisiones de carbono’ un sistema vigente en mercados como el de la Unión Europea, donde agrupa hasta el 40% del total de emisiones de la Unión. La cumbre de Madrid no consiguió resolver este escollo, sin embargo, la COP26 se ha traducido finalmente en el establecimiento de un marco genérico que permitirá el comercio en todo el mundo.

De ‘resultado menos malo’ a ‘decepcionante’

Muchos países lamentaron durante la última sesión plenaria que el paquete de medidas no fuera suficiente para atajar el calentamiento. Algunos lo calificaron de "decepcionante", mientras que otros países reconocieron que era el acuerdo ‘menos malo’, en función de las circunstancias.

"Es un paso adelante incremental, pero no está en línea con el progreso necesario. Será demasiado tarde para las Maldivas. Este acuerdo no trae esperanza a nuestros corazones", dijo el principal negociador de Maldivas en un discurso agridulce.

El enviado de Estados Unidos para el clima, John Kerry, declaró que el texto "es una declaración potente" y aseguró a los delegados que su país participará de forma constructiva en un diálogo sobre pérdidas y daños y adaptación, dos de las cuestiones más difíciles de conseguir que los países se pongan de acuerdo. Una opinión similar manifestó el máximo negociador de Nueva Zelanda, para el que ‘el texto representa el resultado menos malo.

António Guterres: “Es un paso importante, pero no suficiente”.

"Es un paso importante, pero no es suficiente. Debemos acelerar la acción climática para mantener vivo el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados", dijo António Guterres en una declaración en vídeo publicada al término de la reunión de dos semanas.

El titular de la ONU añadió que es hora de pasar al "modo de emergencia", poniendo fin a las subvenciones a los combustibles fósiles, eliminando el carbón, poniendo un precio al carbono, protegiendo a las comunidades vulnerables y cumpliendo el compromiso de 100.000 millones de dólares de financiación para el clima.

Rechazo medioambientalista

Había muchas esperanzas en que la actual cumbre del clima fijara los pasos que debían implementarse tras el Acuerdo de París. Pero a medida que iban pasando los días se hacía patente que un consenso de máximos parecía cada vez más lejos. Las organizaciones conservacionistas alertan de que el acuerdo no fija compromisos ni acciones contundentes para mantener la temperatura del planeta por debajo de los 1,5 ºC antes de que acabe este siglo.

“Aunque el acuerdo reconoce la necesidad de reducir las emisiones en esta década, esos compromisos se han dejado para el año que viene. Los jóvenes que han llegado a la edad adulta en una crisis climática no tolerarán muchos más resultados como este. ¿Por qué deberían hacerlo si están luchando por su futuro?", explica la directora ejecutiva de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan, quien añade que “Glasgow debía cumplir con el objetivo de cerrar la brecha a 1,5 °C y eso no ha sucedido. La única razón por la que conseguimos lo que conseguimos es porque los jóvenes, los líderes indígenas, los activistas y los países en primera línea de los impactos climáticos han forzado concesiones que se dieron a regañadientes. Sin ellos, estas conversaciones sobre el clima habrían fracasado por completo”.