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Los volcanes más peligrosos de Estados Unidos

Es evidente que cuando un volcán entra en erupción representa un riesgo para las personas e infraestructura que se asienta sobre sus faldas. A veces incluso, la amenaza transciende lo local, pudiendo una gran erupción volcánica, causar estragos a nivel regional, e incluso nacional. La ira del interior de nuestro planeta no es algo que tomarse a la ligera.

No obstante, debido a las diferencias que existen entre volcanes -de situación geográfica o debido a la naturaleza de los mismos- los riesgos para la población son distintos en cada caso. Es por ello que ahora, un nuevo estudio publicado recientemente por el Servicio Geológico de los Estados Unidos​ -USGS por sus siglas en inglés-, ha reevaluado la peligrosidad de los distintos volcanes de los Estados Unidos en base a nuevos criterios, y estableciendo así una nueva clasificación de los mismos según su peligrosidad.

Los 18 volcanes más peligrosos de Estados Unidos

Así, el nuevo estudio evalúa las amenazas planteadas por los volcanes de Estados Unidos e identifica qué volcanes justifican los mayores esfuerzos para la mitigación de sus riesgos, clasificándolos en cinco categorías de amenaza: muy baja, baja, moderada, alta y muy alta. De este modo la evaluación concluye que 18 de los volcanes del territorio nacional del país deben ser incluidos en la categoría de máxima peligrosidad. En base a los criterios establecidos por el USGS, encontramos que los 18 volcanes más peligrosos de Estados Unidos son:

  1. Volcán Kīlauea, Hawaii
  2. Monte St. Helens, Washington
  3. Monte Rainier, Washington
  4. Monte Redoubt, Alaska
  5. Monte Shasta, California
  6. Monte Hood, Oregon
  7. Las Tres Hermanas, Oregon
  8. Volcán de la Isla Akutan, Alaska
  9. Volcán Makushin, Alaska
  10. Monte Spurr, Alaska
  11. Complejo Volcánico de Lassen, California
  12. Monte Augustine, Alaska
  13. Volcán Newberry, Oregon
  14. Monte Baker, Washington
  15. Glacier Peak, Washington
  16. Mauna Loa, Hawaii
  17. Volcán del Lago del Crater, Oregon
  18. Caldera de Long Valley, California

¿De qué depende la peligrosidad de un volcán?

Esta lista de los 18 volcanes más peligrosos de Estados Unidos no ha cambiado con la última evaluación y sigue siendo la misma que la anteriormente realizada en el año 2005. Así, 11 de los 18 volcanes están ubicados en Washington, Oregon o California, donde los volcanes tienen un perfil explosivos y a menudo se encuentran cubiertos de nieve y hielo, pudiendo proyectar el peligro de una erupción a largas distancias y hasta áreas densamente pobladas.

el mismo modo, 5 de los 18 volcanes de amenaza muy alta se encuentran en Alaska cerca de importantes centros de población, infraestructura económica o bajo concurridos corredores de tráfico aéreo. Por último, los dos volcanes restantes se encuentran en la Isla de Hawai, donde existen áreas muy densamente pobladas y altamente desarrolladas a las faldas de dos volcanes muy activos como son el Kīlauea y Mauna Loa.

De un volcán se puede esperar una erupción más o menos violenta, sin embargo, como hemos visto, la peligrosidad o el grado de amenazada de un volcán depende de otros numerosos factores como la presencia de hielo o nieve; o de grandes núcleos de población, o el tráfico aéreo de sus inmediaciones. Son solo algunos de los parámetros a tener en cuenta, ya que para realizar esta clasificación los científicos del equipo liderado por John W. Ewert tuvieron en cuenta hasta 15 variables distintas.

De entre todas estas variables en primer lugar analizaron el tipo de volcán, su indice de explosividad, o su actividad explosiva en los últimos 500 años, entre otras variables relativas a la naturaleza geológica de cada uno de estos gigantes de tierra y fuego. También tuvieron en cuenta la recurrencia de las erupciones, así como sus características, es decir, si fueron de tipo piroclásticas, si produjeron ríos de lava o incluso tsunamis.

El otro gran grupo de variables a tener en cuenta, y quizá más importantes incluso, tiene que ver con el nivel de exposición de la población. En este sentido se tuvo en cuenta, el número promedio total de habitantes, así como de población no local -ya que algunos volcanes reciben un gran número de turistas- en un radio de 30 kilómetros. También la infraestructura tanto energética como para el transporte, o el grado de desarrollo de las zonas que potencialmente podrían verse afectadas en caso de una erupción.

Al fin al cabo un volcán puede ser tan grande como el del enigmático Parque Nacional de Yellowstone en Estados Unidos, y sin embargo no encontrarse en esta lista ya que en el caso de entrar en erupción, no existen grandes grupos de población en sus inmediaciones. Aunque, pensándolo mejor... quizá habría que preguntar a los científicos por qué Yellowstone no está en la lista, ya que algunos de ellos tienen una idea de lo que pasará cuando Yellowstone estalle.