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Primer recuento de hembras de foca de Weddell de la historia

La foca de Weddell no solo es una especie resistente, carismática e icónica del continente antártico, sino que también es una de las indicadoras clave del estado de salud del océano Glacial Antártico. Por sus hábitos, estas focas se han convertido en el mamífero que habita más al sur del planeta y aguantan condiciones extraordinariamente duras mientras comparten terreno con pingüinos emperadores en el hielo marino que rodea al continente blanco.

Ahora, los datos muestran que la población de esta especie es muy inferior a lo que se pensaba: una nueva investigación estima que hay alrededor de 202.000 hembras de foca de Weddell en la Antártida, cuando las estimaciones que se manejaban con anterioridad rondaban los 800.000 ejemplares. Esta estimación de población se ha realizado mediante imágenes satélite y es la primera realizada en la historia para conocer la distribución a nivel planetario de cualquier especie salvaje de gran alcance.

El resultado de la investigación, llevada a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de Minnesota-Twin Cities y en el que han participado más de 330.000 científicos ciudadanos, ha sido publicado en la revista científica Science Advances, donde además añaden que no se tienen en cuenta los machos de la especie, pues en el momento de tomar las imágenes, en el mes de noviembre, se encuentran bajo el hielo.

Las focas de Weddell habitan el hielo cercano a la costa, siendo una especie clave para indicar los cambios en el hábitat.

Estudiar las tendencias para conocer hacia dónde va la Antártida

Una vez disponen de los datos del primer recuento, los investigadores se centrarán en monitorizar las tendencias poblacionales y estudiar cómo afectan el cambio climático y la pesca en las aguas antárticas a la cantidad de focas. "Las focas de Weddell viven en el hielo anclado a la costa y comparten hábitat con los pingüinos emperador. A medida que el clima cambia, podemos esperar que este hielo también cambie. Si sabemos cuántas focas hay y dónde están, tendremos una idea de cómo podría estar cambiando el ecosistema", añade Michelle LaRue en un comunicado, autora principal del estudio.

Las relaciones que mantiene la especie con otras que habitan este ecosistema son numerosas y muy notables, siendo la austromerluza antártica una de sus principales presas. Esta especie, también conocida como lubina chilena, es una de las más pescadas comercialmente en la zona. "De este modo, no solo nos dan una idea de cómo afecta el cambio climático, sino que también nos permiten conocer cómo puede estar funcionando el ecosistema entero. Las lubinas chilenas son una parte realmente importante del ecosistema antártico", afirma LaRue.

Aunque la importancia de las focas de Weddell para todo el ecosistema es crucial, la dureza del clima antártico ha propiciado que durante todos estos años no hubiera sido posible realizar un recuento como este. De este modo, el recuento a través de imágenes satélite surge como una alternativa factible, pero sigue siendo inabarcable para los equipos de investigación. En este caso, más de 330.000 científicos ciudadanos contribuyeron a llevar a cabo las tareas de reconocimiento de ejemplares a partir del ingente número de fotografías con el que se contaba.

Las focas de Weddell prefieren estar cerca de la costa continental, aunque no es extraño encontrarlas cerca de aguas profundas.

Vecinos imperiales

Toda esta ayuda no solo ha servido para realizar un recuento preciso de todas las hembras, sino que también permitirá desarrollar nuevas estrategias para mejorar los algoritmos de las máquinas de computación, de modo que se automatice el proceso y sean capaces de reconocer los ejemplares sin la supervisión del ojo humano tras cada ejemplar.

Una de las curiosidades que aporta este estudio es que las focas de Weddell parecen tener afinidad por los pingüinos emperador, pues prefieren estar cerca de estas aves si no se trata de una colonia extremadamente grande. En este caso, la comida juega un papel fundamental como afirma LaRue: "Parece haber una compensación. Es bueno estar cerca de los pingüinos emperador, pero solo si el tamaño de la colonia de pingüinos no es demasiado grande y no hay demasiada competencia por la comida".

Las focas habitan estos hielos cercanos a la costa antártica, pero no es extraño observarlas en aguas profundas. Esta dicotomía se explicaría posiblemente debido a la ubicación de sus depredadores naturales, así como la ubicación de sus presas, como la lubina chilena.

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