ENTRE BASTIDORES

La fotografía en la que Jasper Doest inmortalizó a un hombre cambiando una bombilla bajo un enjambre de grillos cerca de Masaka, en Uganda, es más que una imagen ordinaria, es como un encuentro en la tercera fase. «La foto capta la atmósfera surrealista, casi de ciencia ficción, que encontré aquellas noches bajo las brillantes luces de neón. Y ciertamente despierta la curiosidad», dice el fotógrafo.

Jasper compara la caza de grillos con un juego de azar: es imposible prever dónde y cuándo aparecerán los insectos. De ahí la dificultad del fotógrafo para cubrir su objetivo. «Muchas veces nos pasábamos la noche en el campo, esperando a que llegasen, y de pronto nos avisaban de que habían aparecido a montones al otro lado de las montañas». Para el equipo siempre existía el mismo dilema: permanecer quietos y esperar, tal vez para nada, o moverse y perseguir el enjambre, con el riesgo de que cambiase de rumbo.

Con esta instantánea, Jasper Doest ganó la apuesta. «Imagina qué emoción sientes cuando todo se conjuga, como sucedió con esta fotografía. Los grillos solo se quedaron unos momentos, el tiempo suficiente para dejarnos boquiabiertos antes de desaparecer en la oscuridad de la noche –recuerda el fotógrafo, quien confiesa haber apreciado la sensación de aventura de este trabajo–. También es una de esas extrañas historias que resultan visualmente emocionantes y, al mismo tiempo, transmiten el complejo y frágil equilibrio que gobierna nuestras interacciones con el mundo natural».

Este artículo pertenece al número de Marzo de 2022 de la revista National Geographic.