¿Cuánto tiempo fue la vida útil de cada una de estas bolsas que, por lo menos, les tomará cien años desintegrarse? Recientemente, la ONU Medio Ambiente
dio a conocer unas cifras que resultan sumamente alarmantes y desesperantes, al mar se vierten hasta 13 millones de toneladas de plástico, de las cuales
la mitad corresponde a plásticos desechables, como bolsas y popotes, según expertos, éstas pueden permanecer en el medio ambiente hasta por 500 años.
En México se ha avanzado en temas de medio ambiente, pero claramente otros países de la región, y no se diga de otros continentes, nos llevan la delantera
en la erradicación del uso del plástico, específicamente en las bolsas. Por ejemplo, desde 2016 la isla antillana de Antigua y Barbuda fue el primer país
del continente en prohibir el uso de las bolsas de plástico. Colombia se sumó también a esta prohibición en 2017 y logró que se aplicara un impuesto a
las bolsas de plástico, que redujo su consumo en un 35 por ciento.
También Panamá en 2017 vetó el uso de las bolsas de polietileno y Costa Rica se propuso de aquí al 2021 reducir el uso de plásticos desechables. Chile
hizo lo propio e impidió el uso de bolsas plásticas de un solo uso y biodegradables. Desde el mes pasado, el gobierno ecuatoriano decidió esforzarse para
hacer de las Islas Galápagos un archipiélago libre de plásticos.
Belice, nuestro pequeño vecino del sur, está claramente dando la batalla para suprimir los plásticos y se puso como tope el 2019 para su erradicación,
con ello evitar seguir contaminando al mar Caribe, señalado como el segundo en el mundo afectado por esta problemática. En Europa, desde hace ya varios
años, el desuso de bolsas de plástico es mucho más alentador. Los finlandeses, por ejemplo, utilizan al año cuatro bolsas de plástico por persona. En España,
desde el 1 de julio de este año se aplicó el real decreto que pone fin a la bolsa de plástico gratuita. Nuestro país ha dado gestos tímidos respecto al
tema. En algunas ciudades muy puntuales se ha prohibido el uso de bolsas de plástico en tiendas de autoservicio y de conveniencia como es el caso de Tijuana
y Querétaro. En fechas recientes, actores políticos se han manifestado para que esta prohibición se extienda a todo el país, lo cual sería un gran paso
para contribuir a la erradicación de esta problemática global que proyecta que para el 2030 estaremos hablando de una producción mundial de plástico de
619 millones de toneladas.
No basta con conmoverse por ver imágenes de diferentes especies marinas mamíferos y aves atrapadas o muertas por el contacto con el plástico. Si en el
país vamos claramente avanzando en la eliminación del uso del popote, hagamos lo mismo con el tema de las bolsas de plástico. Dejemos de ser cómplices,
implícitamente, de la contaminación generada al usarlas.
Si el pagar por una bolsa de plástico en un supermercado nos hará pensárnosla dos veces antes de pedirla y con ello disminuir su utilización, ¿qué estamos
esperando para empezar a implementarlo? Este cobro puede ser parte de una recaudación que beneficie a programas ambientales en su búsqueda de recuperación
y limpieza de playas, ríos, lagos y zonas verdes que tanto nos deprime verlas contaminadas.
Apliquemos en nuestro país políticas ambientales y desarrollo sustentable que se han implementado con gran suceso en otros países. Gobierno, sector privado
y sociedad civil debemos entender la problemática que nos acecha y replantearnos la forma en que utilizamos el plástico. Mientras esto se da, hagamos conciencia
y sigamos apostando por #MaresLimpios y #SinContaminación por plásticos.
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